Los aztecas poseian excelentes habilidades manuales y eran capaces de cortar piedras tan duras como el cristal.
Aunque existen algunos relieves, la escultura en general parece ser la característica principal del arte compuesto de los Tenochcas. Las estatuas representan en su mayoría a los dioses, mismos que fueron adoptados de otras culturas: Tlaloc, Quetzalcoatl, y Huehueteotl fueron adoptados de Teotihuacan.
Como las de las otras tribus mexicanas, las estatuas aztecas conservan una forma similar a la piedra sillar en la que están hechas. Además muestran una mezcla de realismo y de fantasía dramática. El valor simbólico de estas creaciones sigue siendo lo más importante.
Un buen ejemplo de este arte es la estatua de Coatlicue, diosa de la muerte siempre presente. El cuerpo de esta estatua es humano, sin embargo, los pies son garras de águila y la falda está hecha de serpientes entrelazadas. En el pecho tiene una joya: un craneo colgado del cuello. No tiene cara, en su lugar dos cabezas de serpiente viéndose una a la otra..
Los aztecas fueron hábiles escultores. realizaban esculturas de todos los tamaños, diminutas y colosales, en ellas plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con todo detalle.
En las esculturas de gran tamaño solían representar dioses y reyes. Las de pequeño tamaño se reservaban para la representación de animales y objetos comunes. Se usó la piedra y la madera y, en ocasiones se enriquecían con pintura de colores o incrustaciones de piedras preciosas.
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