Al fundar la ciudad de Tenochtitlán los aztecas se asentaron definitivamente hasta la llegada de los españoles. Habían salido de Aztlán (lugar que desconocemos) convencidos por el dios Huitzilopochtli para buscar un sitio nuevo. Tras un camino largo y duro llegaron al Valle de México. Se establecieron en Chapultec, pero fueron expulsados de allí. Pidieron al señor de Colhuacán una tierra donde ir, y él les dio Tizapán, lleno de serpientes venenosas; pero no fue problema porque ellos se las comieron asadas. Pasado el tiempo pidieron al señor del pueblo vecino (los culhuas) que les entregara a su hija para casarla con el dios. La muchacha fue ofrecida en sacrificio y cuando lo supo su padre, tuvieron que huir hacia los lagos. Esto era ya en el año 1323. En el lago Texcoco vieron una señal del dios: un águila, en un nopal, devorando a una serpiente; y fundaron allí la ciudad de Tenochtitlán, que significa donde está el nopal silvestre.
Al menos esto cuentan las historias aztecas. Generalmente llamamos aztecas a los habitantes de los territorios conquistados por Hernán Cortés, aplicando, por tanto, ese término no sólo a los propios aztecas sino también a los mexicas.
domingo, 6 de mayo de 2007
miércoles, 2 de mayo de 2007
lunes, 30 de abril de 2007
Orfebrería azteca
Gracias a sus conocimientos de física los orfebres pudieron emplear varias técnicas en su trabajo (como la de la cera perdida), fundir oro con la plata, etc. Elaboraban todo tipo de figuras y adornos pulseras, collares, pectorales, pendientes, etc. Frecuentemente el metal se combinaba con piedras preciosas (turquesa, amatista, jade, cristal de roca) o con conchas.
Pequeña estatua hecha de una aleación de oro, plata y cobre, representando a un soldado.
Pintura azteca
El color era un elemento fundamental en la pintura azteca. Se trata de un color plano, sin matices ni sombras y, en la mayoría de los casos, con connotaciones simbólicas. Aparece ligada a la arquitectura, decorando los edificios.
Escultura azteca
Los aztecas poseian excelentes habilidades manuales y eran capaces de cortar piedras tan duras como el cristal.
Aunque existen algunos relieves, la escultura en general parece ser la característica principal del arte compuesto de los Tenochcas. Las estatuas representan en su mayoría a los dioses, mismos que fueron adoptados de otras culturas: Tlaloc, Quetzalcoatl, y Huehueteotl fueron adoptados de Teotihuacan.
Como las de las otras tribus mexicanas, las estatuas aztecas conservan una forma similar a la piedra sillar en la que están hechas. Además muestran una mezcla de realismo y de fantasía dramática. El valor simbólico de estas creaciones sigue siendo lo más importante.
Un buen ejemplo de este arte es la estatua de Coatlicue, diosa de la muerte siempre presente. El cuerpo de esta estatua es humano, sin embargo, los pies son garras de águila y la falda está hecha de serpientes entrelazadas. En el pecho tiene una joya: un craneo colgado del cuello. No tiene cara, en su lugar dos cabezas de serpiente viéndose una a la otra..
Los aztecas fueron hábiles escultores. realizaban esculturas de todos los tamaños, diminutas y colosales, en ellas plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con todo detalle.
En las esculturas de gran tamaño solían representar dioses y reyes. Las de pequeño tamaño se reservaban para la representación de animales y objetos comunes. Se usó la piedra y la madera y, en ocasiones se enriquecían con pintura de colores o incrustaciones de piedras preciosas.
Aunque existen algunos relieves, la escultura en general parece ser la característica principal del arte compuesto de los Tenochcas. Las estatuas representan en su mayoría a los dioses, mismos que fueron adoptados de otras culturas: Tlaloc, Quetzalcoatl, y Huehueteotl fueron adoptados de Teotihuacan.
Como las de las otras tribus mexicanas, las estatuas aztecas conservan una forma similar a la piedra sillar en la que están hechas. Además muestran una mezcla de realismo y de fantasía dramática. El valor simbólico de estas creaciones sigue siendo lo más importante.
Un buen ejemplo de este arte es la estatua de Coatlicue, diosa de la muerte siempre presente. El cuerpo de esta estatua es humano, sin embargo, los pies son garras de águila y la falda está hecha de serpientes entrelazadas. En el pecho tiene una joya: un craneo colgado del cuello. No tiene cara, en su lugar dos cabezas de serpiente viéndose una a la otra..
Los aztecas fueron hábiles escultores. realizaban esculturas de todos los tamaños, diminutas y colosales, en ellas plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. Captaban la esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con todo detalle.
En las esculturas de gran tamaño solían representar dioses y reyes. Las de pequeño tamaño se reservaban para la representación de animales y objetos comunes. Se usó la piedra y la madera y, en ocasiones se enriquecían con pintura de colores o incrustaciones de piedras preciosas.
Arquitectura azteca
Poco queda de la arquitectura azteca. Sólo subsisten los restos del Templo Mayor de Tenochtitlan.
Sin embargo, nos podemos dar una idea a través de los relatos de los cronistas. Sahagún nos dice que el recinto sagrado estaba compuesto por 78 edificios, y que la pirámide central tenía dos templos en la parte superior, uno dedicado a Tláloc, el otro a Huitzilopochtli. Podemos pensar que las casas de los clanes pobres eran de adobe y bajareque, mientras que las casas de los señores importantes eran espléndidas y espaciosas :
"cuatro veces elConquistador Anónimo intentó recorrer los palacios de Moctezuma : cuatroveces renunció, fatigado",
nos dice Alfonso Reyes.Es muy probable que las casas aztecas hayan carecido de ventanas, tragaluces y chimeneas.
"cuatro veces elConquistador Anónimo intentó recorrer los palacios de Moctezuma : cuatroveces renunció, fatigado",
nos dice Alfonso Reyes.Es muy probable que las casas aztecas hayan carecido de ventanas, tragaluces y chimeneas.
Resumiendo hoy subsiste muy poco de la arquitectura azteca pero podemos imaginarla a través de los relatos maravillados de los cronistas españoles. Mientras las casas de los ricos eran majestuosas y lujosas, los pobres construían casitas de adobe sin ventanas ni chimeneas. La arquitectura sagrada era imponente y así imponía el respeto.
Imagen representando el Templo Mayor de Tenochtitlan.
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